Año I después del Covid_19

Cuando llevamos tres días bajando el famoso pico de la curva de muertos por Covid_19 ya parece que empezamos a ver algo de luz al final del túnel.
El pozo en el que nos hemos, han, metido tiene la profundidad que tiene y ahora no queda otra que comenzar a aprender. A aprender, sí, es la única forma de ganar.
Y toda esta situación tiene una serie de enseñanzas muy positivas que todos deberíamos interiorizar lo antes posible. Porque cuanto antes aprendamos, y más gente lo aprendamos, más rápido saldremos de la crisis económica en la que nos hemos metido de un día para otro.

Así que aquí os traigo algunas de las enseñanzas que yo he aprendido durante estos días de confinamiento en casa. Espero que vosotros, queridos lectores, ampliéis esta lista con vuestros comentarios, seguro que lo de la inteligencia colectiva es algo parecido a esto.

Necesitamos expertos, no titulados

Yo, que ya peino canas, crecí con la presión de la titulitis. Debías ser licenciado en lo que sea. Daba igual que no te gustase la carrera, o que la sacases a base de chuletas, pinganillos o amigos suplantando tu firma. Lo importante era colgar un título universitario en la pared de tu cuarto.
Esta situación nos ha demostrado que no son los títulos los que salvan vidas, sino el conocimiento. Una legión de ingenieros telemáticamente interconectados ha creado en tiempo record una fábrica virtual de piezas para adaptar máscaras de buceo en respiradores que salvan vidas (en ocasiones a pesar de la burocracia, a pesar de los políticos)

Necesitamos servidores públicos, no “hombres de partido”

Poco me equivoco si os digo que los políticos patrios no han dado la talla en estas aciagas circunstancias. Tanto me da de uno u otro signo. Para mi un 0 como una casa de grande.
Y no hablo solo de la política nacional. A nivel regional tenemos a Torra ordenando desmontar un hospital militar de campaña; En el País Vasco los militares entraron más tarde a ayudar por el veto de los nacionalistas. Pero en mi tierra, en La Mancha, mi querido presidente tiene muerto de asco el mayor hospital de Europa, cerrado a cal y canto, porque “no hace falta” Y en Tomelloso casi el 5% de la población muerta por coronavirus; unos kilómetros más allá otro pueblo con su pequeño hospital colapsado y sin posibilidad física de meter a más pacientes ni en el cuarto de basuras.

Yo, a partir de ahora, no votaré a ningún candidato que no tenga un mínimo de 20 años cotizados en alguna profesión. Primer requisito para perder el tiempo informándome sobre él.
Pero esos 20 años debe haber demostrado capacidad, liderazgo, innovación, excelencia…
Se terminó eso de lamer la bota del jefecillo de turno y tener un puesto asegurado para toda la vida, ya sea de concejal de tu pueblo, asesor de presidencia, ministro… o presidente.
Conmigo que no cuente ya ningún partido político que celebre como un logro incluir en sus listas a un imberbe de 18 años sin oficio ni beneficio, simplemente porque es un referente del movimiento estudiantil, pro algo, o anti algo.

El teletrabajo ha llegado para quedarse

Los que ya trabajábamos desde casa no hemos notado un gran cambio en esta situación pero muchas empresas sí han visto que es posible, que es real y es una opción que ha venido para quedarse.
El Covid_19 viene a desterrar eso de calentar la silla 8 horas al día, pudiendo ser más eficiente con el trabajo que toque pero desde casa.
Esto nos hace más eficientes, nos ahorra tiempo de desplazamiento, además de dinero (tanto en desplazamientos como en comidas)
Estos días, con los críos en casa todo el día, el teletrabajo puede ser un poco más caótico de lo que es en realidad. Piensa que cuando tus hijos estén en clase tú estarás sólo en casa, trabajando tan a gusto.
Aquí puedo ver una bolsa de nuevos autónomos, algunos de ellos falsos autónomos y otros autónomos dependientes. Otra forma de trabajar, otra forma de producir, otra forma de cobrar.

El pequeño comercio se reinventa

Todos estamos viendo como el pequeño comercio de barrio está dando el callo frente a esta situación inventando la manera de seguir dando servicio de mil maneras diferentes.
Mientras las grandes superficies comerciales tienen sus e-commerces, colapsados y no son capaces de entregar las compras en unos tiempos prudenciales (Podéis leer mi hilo de twitter donde me quejo amargamente de los tres días que tardé en conseguir entrar en Carrefour para hacer la compra, para después llevarme la sorpresas de que el pedido me tardaría en llegar 28 días) Mientras eso pasa en las grandes corporaciones los pequeños comercios, los puestos de los mercados, están organizándose, están colaborando como un gran centro comercial y están vendiendo vía WhatsApp con entregas a domicilio a horas que podríamos llamar intempestivas.
El pequeño comercio también debe aprender del Covid_19, tienen clientes muy agradecidos que les comprarán después de esto siempre y cuando no vuelvan a lo de antes.
Pensad en los puestos del mercado, da igual de qué población estemos hablando, abren muy temprano y cierran a las dos o las tres de la tarde. Pocos hay que estén abiertos por la tarde.
La gente que trabaja, por ejemplo los funcionarios, no puede comprar en esos comercios como está haciendo ahora. Si mantienen las ventas telemáticas y las entregas a domicilio cuando el cliente esté en casa ya tienen superada la crisis.
La gente es agradecida y el que te consiga alimentar en estas circunstancias tan críticas tiene un lovemark fiel y un gran embajador de marca. Pero para eso no debemos volver a los paradigmas de antes.

Las redes sociales dejan de ser una mera diversión

Que tu negocio esté físicamente cerrado poco importa en el mundo digital.
Hasta ahora las páginas de empresa en redes sociales, muchas de ellas, se limitaban a publicitar productos o servicios. Convertían esos escaparates virtuales en meros canales de teletienda.
Ahora, que está en negocio cerrado y no tiene sentido seguir publicitando cosas que no puedes vender, muchos han dejado de tener actividad.
Pero otros hemos seguido publicando, porque nuestra estrategia de marketing digital no estaba basada en nuestros productos (mis servicios en mi caso) Estaba basada, y sigue estando, en enseñar, en mostrar, en demostrar… Y todo eso se puede seguir haciendo en las actuales circunstancias.
¿Qué es lo que ha pasado con el Covid_19 y las redes sociales? Pues que muchas páginas de empresa han desaparecido porque han dejado de publicitar unos artículos que no pueden vender. Eso deja menos competencia, más facilidad para destacar, para llamar la atención.
Y no se trata de llamar la atención para venderle algo que no le puedes entregar ahora porque tienes el negocio cerrado. Se trata de llamar la atención para que cuando todo esto del Covid_19 pase lo primero que haga esa persona sea dejarte las estanterías vacías de género, y la caja registradora a reventar de billetes.

Volvemos a sentirnos una comunidad

Estamos viendo día a día como el pueblo es el que tira del carro. Ya no se aplaude a políticos o futbolistas. Ahora una limpiadora recibe una ovación que ya la quisiera Plácido Domingo en sus mejores momentos. Damos las gracias a las cajeras de los supermercados, a los basureros, a la policía, a los de mantenimiento de los ayuntamientos…, a los agricultores. Un cabrero haciéndonos una reflexión en medio del monte es uno de los vídeos virales más compartidos del momento… Y a todos nos llegan reflexiones que nos informan, nos indican el camino a seguir.
Cuando todo esto termine, nada de ir a pasar unos días al Caribe, nada de comprar lo más barato que nos traigan dese China.
Cuando todo esto termine el pequeño negocio podrá tener una explosión de clientela como jamás haya soñado. Pero para eso ese pequeño negocio debe ser conocido y eso, amigo mío, hoy en día se consigue teniendo una correcta presencia en redes sociales.